Entrevista con Helena Marcos, experta en Naprotecnología.
Médico del Área de reconocimiento de la Fertilidad de la Fundación COF-Getafe.
Cada vez son más las parejas que tienen dificultades para concebir hijos. Factores ambientales, culturales y sociales convierten la fecundación en un problema muy habitual que pone en peligro incluso las relaciones matrimoniales. El desconocimiento de otras alternativas y el negocio médico montado en torno a ello, llevan la mayoría de las veces a la fecundación in vitro que no siempre acaba en éxito. Pero hay una alternativa más natural y ética: La NAPROTECNOLOGÍA. Sólo tres médicos en España están cualificados para aplicar esta ciencia, uno de ellos, la doctora Helena Marcos pasa consulta en el COF de Getafe. Ella nos ayuda a conocer más sobre esta ciencia.
Doctora ¿qué es exactamente la Naprotecnología?
Se trata de una nueva ciencia de la mujer diseñada para cooperar con el ciclo femenino y la fertilidad. Diagnosticar los problemas ginecológicos y tratarlos, en lugar de hacer un parche y tratar a todo el mundo por igual, como ocurre con la medicina actualmente, se hace un diagnostico muy preciso de cada patología y se trata el problema subyacente que impide fecundar con normalidad.
¿Cualquier médico o ginecólogo puede ayudar desde la Naprotecnología?
Si está formado en esta ciencia sí, pero en España sólo somos tres médicos los que tenemos la titulación oficial, en Madrid, Zaragoza y Navarra. Se trabaja conjuntamente el médico de familia, el ginecólogo y el urólogo.
¿Pero por qué es una gran desconocida?
Nace en Estados Unidos en los años 80 y se extendió por todo el mundo. Hay un núcleo de médicos muy fuerte en Irlanda, Polonia y en América Latina.Hay países que hace unos años estaban bajo el paraguas comunista como Ucrania o República Checa que están más desarrollados que en España, pero es que en torno a la fecundación in vitro en nuestro país hay un gran negocio montado. Es una gran industria a la que no interesa aprender estos temas que son mucho más naturales moralmente mejores y más económicos.
¿Cómo se enfoca cuando hay un problema de fecundidad?
Esta ciencia usa un instrumento para medir la fertilidad que se llama sistema Creighton, reconoce lo síntomas de la fertilidad en la mujer. Un monitor enseña a hacer una gráfica de fertilidad para ver cómo es su ciclo. Se valora la secreción cervical del moco que apunta en la gráfica durante tres ciclos, es entonces cuando acude al médico especialista para que valore como es su ciclo. Con la observación del moco se pueden conocer muchos problemas subyacentes.
¿Qué tipo de problemas?
Por ejemplo puede verse déficit de hormonas, problemas de ovulación y con ese informe el médico pide analíticas, ecografías, pruebas con laparoscopia del útero o genitales y a partir de ese momento se inicia un tratamiento para el problema que se haya descubierto.
¿Cómo son esos tratamientos?
A veces son cosas muy sencillas como recetar hierro, un déficit de ferritina en la sangre puede dificultar la concepción, y con una correcta administración de hierro que es algo muy sencillo, podemos ayudar al embarazo. Otras veces hay que recetar medicamentos para favorecer la secreción de moco, su falta en el ciclo puede dificultar la gestación. A veces son necesarias hormonas como la progesterona o estrógenos o medicamentos que estimulen el funcionamiento de los ovarios. Cada problema lógicamente tiene un tratamiento.
¿La naprotecnología trata también al varón?
Aborda más la mujer porque es más compleja en su fertilidad. Se trata al varón conjuntamente, él es fértil en todos los días del mes, el tratamiento es más sencillo. Además hay que hacer valoración urológica porque hay varones que con una pequeña intervención quirúrgica pueden resolver sus problemas de fertilidad.
Cuando un matrimonio desea tener hijos y éstos no llegan a veces los problemas se multiplican, ¿eso lo tenéis en cuenta?
Es un tratamiento que está centrado en la pareja, que quiere mejorar la unión matrimonial, se acompaña a la pareja en todo el camino que dura el tratamiento y apoyando para que si a pesar de todo el tratamiento no consiguen un embarazo, puedan pensar en la adopción. Se les da un enfoque de acompañamiento y acogida.
Todos los estudios indican unos porcentajes de éxito más altos que en la fecundación in vitro incluso.
Hay muchos estudios realizados en Estados Unidos con tasas tres veces más altas que la fecundación in vitro, es verdad, hasta del 81% porque muchas veces los defectos de la ovulación no se saben tratar y esta ciencia los aborda. Hay muchas mujeres que llegan a nosotros habiendo fracasado en varios tratamientos de fecundación in vitro.
Antes hablabas de la diferencia económica que hay con otros tratamientos, eso es así.
Sí, un ciclo de fecundación in vitro puede rondar los 4000 euros dependiendo de si además necesitas un donante, un ciclo de naprotecnología cuesta unos 200 euros, en el Cof de Getafe solo pedimos un donativo de 40 euros. Yo soy voluntaria en el COF. Paso consulta en un centro de salud de la Comunidad de Madrid y después acudo al centro de Boadilla para atender a los matrimonios. Este curso de formación es muy caro porque se recibe en Nebraska, pero no lo hago por mí sino por Dios.
El coste del curso en Estados Unidos está también en por qué hay menos médicos que se dediquen a ello, claro.
Sí. Somos pocos, se conoce poco también porque la formación es difícil se hace en Estados Unidos en el Instituto Pablo VI en Nebraska. Somos ahora mismo unas 90 personas de todo el mundo, unos cincuenta médicos y los demás sanitarios para ser monitores. Hay dos etapas, a parte del médico hace falta un monitor para que el médico te trate con tu ciclo. Y muchos de los que somos médicos somos a la vez monitores y acompañamos a la pareja. Espero que vayamos aumentando el número de personas interesadas, hay mucha demanda. Tiene una gran proyección una gran eficacia en infertilidad.
Aunque mantengas el secreto profesional ¿podrías contarnos algún caso reciente que hayas tratado con éxito?
Tengo una paciente que se acaba de quedar embarazada, ha sido muy rápido. Se ha quedado embarazada simplemente conociendo los días fértiles, antes de empezar ningún tratamiento. Ahora sí está con tratamiento para el embarazo porque ha tenido dos abortos. Es muy importante apoyar el embarazo para evitar abortos y evitar prematuridad, por eso hablamos de un seguimiento integral del embarazo.
¿Tras una fecundación in vitro sin éxito se puede recurrir a esta ciencia?
Sí, y de hecho hay muchos casos publicados en congresos científicos, de mujeres que han fracasado dos o tres veces en una fecundación in vitro y que acuden a la naprotecnología y se quedan embarazadas, porque no recurrimos a implantar un embrión sino que tratamos el problema desde dentro.
¿Qué les diría a las parejas que están pasando por una situación de infecundidad?
Que busquen ayuda porque hay momentos difíciles y no hay que pasarlos en soledad porque la Iglesia tiene muchos recursos, intentan la concepción y se les acompaña de manera personalizada y acogedora.