Dalila ha abortado en dos ocasiones. La presión por mantener a su pareja, la presión por conservar su trabajo y la presión de sentirse sola ante lo desconocido, la condujeron a su decisión. Ahora se arrepiente. Tiene dos hijos y acude a las puertas de las clínicas abortivas para decirles a las mujeres que hay otra salida, la de la vida y aunque crean que la suya no es la mejor, las circunstancias cambian. Desde 1985 cuando entró en vigor la ley se han producido 1.900.000 abortos en España. Historias como las de Dalila nos colocan en el “podium” de los abortos en Europa según un estudio del Instituto de Política Familiar.
Las cifras del aborto
Y para colocarnos en el tercer puesto de ese pódium por detrás de Francia y Reino Unido lo que sucede es que en España se produce un aborto cada 4´8 minutos. Esto supone 12 abortos a la hora y 300 al día.
Y es que las abrumadoras cifras están ahí: los abortos que se producen en cuatro días en España, unos 1.192, superan la mortalidad por accidentes de tráfico en todo un año. Sólo en 2013 murieron en la carretera 1.134 personas. Los abortos se han producido, según este informe, casi por igual con gobiernos del PP como del PSOE. Bajo los gobierno del PSOE se aprobaron las dos leyes de aborto y se han producido 1.182.227 casos. Bajo los gobiernos del PP se han mantenido sin modificar o derogar estas dos leyes, lo que se ha traducido en 732.219 abortos.
Al margen de las cifras, las conclusiones de este informe demuestran como hecho objetivo que el aborto es un freno a la natalidad, destruye capital humano en una proporción creciente. “En el caso de España ha representado un crecimiento espectacular del 140% en los últimos 20 años y eso es una de las causas del descenso en la natalidad española”, explica Eduardo Hertfelder, presidente del Instituto de Política Familiar.
Desde 1985 año en el que se aprobó la ley se han superado 1.900.000 abortos, esto supone más de la población de Cantabria, La Rioja y Navarra juntas. Si bien es cierto, en 2013 ha habido una reducción de 3.700 abortos respecto a 2012, pero el IPF cree que se debe considerar “ficticia” ya que se debe al descenso del número de embarazos y la reducción del número de inmigrantes.
El testimonio de Dalila
Dalila es ecuatoriana, tiene 38 años, ahora tiene entre sus brazos un bebé de un mes y otro hijo de siete años. Ha abortado en dos ocasiones. “El primer aborto lo tuve porque tenía una relación de pareja pero era una relación no estable, mi pareja no quería tener hijos y por temor a perder la relación tomé la decisión de abortar” Entonces tenía 25 años. El miedo, la presión a no perder su relación la empujó hasta una clínica abortiva. Pero Dalila después fue madre porque esa relación se afianzó y tuvo su primer hijo. “Un año después de tener a mi hijo me volví a quedar embarazada pero como tenía un trabajo muy bueno y estable, el miedo a que me despidieran me llevó de nuevo a abortar”. Según el informe del IPF el aborto se utiliza como un medio anticonceptivo más. Más de un tercio de los abortos, el 37´25%, han sido precedidos por otros anteriores.
Dalila estaba sola, no contaba con su familia, no tenía conocidos “Yo no sabía donde ir, no recibí el apoyo de la única persona que yo tenía a mi lado”. Ahora se siente completamente arrepentida, con el bebé entre sus brazos y emocionada explica “un hijo es una vida, Dios sabe porqué hace las cosas, y si Dios nos da ese don, Él también nos provee las necesidades, pero en ese momento yo no lo vi.”
Por eso Dalila ha acudido a los centros abortivos a hablar con mujeres que han tomado esa decisión. “Vas directamente a la clínica, no te enseñan la ecografía, me dijeron que el bebé no estaba formado, te dicen que es algo natural, bueno para una, que no vas a tener problemas. Es rápido, entras, firmas, esto no te va a doler, no va a tener consecuencias, es todo rápido es lo mejor que puedes hacer”.
El aborto se ha convertido en un negocio, cada vez hay más centros abortivos, casi 200, y está teniendo un crecimiento espectacular desde el 2008.
“Yo la verdad- continua Dalila- llegaba llena de dudas y lo que quería era que alguien me dijera no lo hagas”. Ahora Dalila se acerca a ellas porque entiende su presión, su temor, que quiere que no se convierta en un dolor como a ella le ha sucedido. “Les digo que si la decisión que van a tomar por temor a lo desconocido, a lo que va a ocurrir que pongan su confianza en Dios porque si es el dador de la vida, Él proveerá para esos hijos” Pasionalmente explica “un hijo es una bendición, no una maldición, les digo que busquen ayuda en gente que han pasado por lo mismo” Ella sabe que las palabras parecen fáciles pero puede corroborar que en poco tiempo “las circunstancias serán otras, el tiempo pasa y el amor de un hijo no tiene precio y la circunstancias van a cambiar, el empleo va a llegar, la pareja se estabilizará y si no siempre habrá una ayuda y una mujer puede por instinto sacar adelante un hijo.” Dalila con la voz quebrada asegura que “Es doloroso pensar que quitaste la vida a una persona, te repites constantemente cómo sería mi bebe, eso no se va a borrar por mucho que una se perdone a si misma y sane su corazón y siga adelante”. Hace una pausa “siempre va a estar ese remordimiento, les digo entonces que confíen en Dios”.
El testimonio de esta mujer apuntala y humaniza unas cifras que siguen siendo inaceptables. Y es que uno de cada cinco embarazos termina en aborto, una proporción que no deja de crecer cada año. El aborto “libre” es una realidad en España, nueve de cada diez abortos se han realizado “a petición de la mujer y sin aducir ningún tipo de causa”. Dalila no encontró ayuda en su momento, por eso explicar, apoyar a la mujer y acompañarla en todo un proceso vital difícil, es tan necesario.
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